Científico rosarino especializado en la fragilidad ósea fue galardonado con un inédito premio en Estados Unidos

José Luis Ferretti es autor de un centenar de trabajos que aportaron argumentos y métodos de diagnóstico respecto a la fragilidad ósea.

 

Jose Luis Ferretti, médico e investigador del CONICET quien dedicó más de 45 años a estudiar la fragilidad ósea fue distinguido por su trayectoria por la American Society for Bone and Mineral Research (ASBMR).

Esta es la primera vez que la sociedad científica más importante del mundo en Osteología reconoce entre sus integrantes a los investigadores con el grado de Fellow Members, por su extensa y dedicada labor científica.

Ferretti cuenta con 54 años en la docencia universitaria y cuatro décadas dedicadas a la investigación de la fragilidad ósea, “que cabalga entre dos especialidades”. “Está dentro de la endocrinología, pero se escapa un poco porque tiene una mitad de enfermedades del metabolismo y otro poco sobre la resistencia de los huesos a las fracturas, que es algo más reumatológico”, sostuvo el investigador.

Ferretti es miembro de la ASBMR desde 1990 y su contribución a la ciencia osteológica comprendió el desarrollo exitoso de una línea original de investigación sobre la estructura y la biomecánica de los huesos de animales y humanos, siendo sus publicaciones citadas más de 2500 veces por otros autores internacionalmente.

El trabajo se extendió por 40 años con más 90 publicaciones con impacto fuera del país. Siempre encontrábamos algo que planteaba otro problema nuevo y cada trabajo era continuidad de otro. Desde el 90 hasta ahora le di un carácter internacional al trabajo que catapultó las publicaciones y posibilitó que nos conocieran en todo el mundo”, consideró.

José Luis Ferretti es investigador principal del CONICET y cuenta con 54 años de antigüedad en la docencia universitaria.
José Luis Ferretti es investigador principal del CONICET y cuenta con 54 años de antigüedad en la docencia universitaria.

Este desarrollo representó un aporte a la concepción, el diagnóstico, el tratamiento y el monitoreo terapéutico de todas las enfermedades óseas fragilizantes, es decir, que favorecen la producción de fracturas, especialmente las osteoporosis.

Creamos un índice (bone strength index -BSI) que calcula la resistencia con la cual se podría romper un hueso sin siquiera tocar al paciente. Fue la primera vez en el mundo que se utilizaba un método no invasivo”.

“Podía averiguar por qué causas se producía esa fragilidad. Uno puede ver a un paciente sospechando o no que tiene una fragilidad ósea y la puede encontrar antes de que el hueso se rompa y puede tratarla y salvarlo. Y si ya se fracturó, hay que averiguar por qué y si se descubre la causa puede protegerlo contra otra fractura o mejorar la forma de tratarlo. En algunas enfermedades el hueso no se suelda bien, se forma un cayo y es doloroso”. explicó.

“Además logramos darnos cuenta que la calidad y la distribución del material están asociadas entre si. De manera que cuando el hueso es de mala calidad se distribuye mejor él solo, tiene un mecanismo interno que lo regula. Y cuando se descompone una de las dos cosas trata de mejorar la otra”, detalló.

Esta distinción significará, según Ferretti, una oportunidad de dar a conocer estudios que podrían mejorar los tratamientos en pacientes con fragilidad ósea. “A partir de ahora más gente va a valorar el tema, la biomecánica, que fue siempre dejado de lado, desoyéndose los progresos que servirían tanto”, concluyó.

La distinción le será entregada en la Reunión Anual de la Asociación, que se desarrollará del 29 de septiembre al 1 de octubre en Montreal, Canadá.

Para Via Rosario